
"Demasiadas series excesivamente agresivas" o "El horario de protección al menor no se respeta" suelen ser los argumentos que aparecen cuando la sociedad necesita explicar las actitudes agresivas de los chicos. Se mencionó en este caso la película "Bowling for Columbine" que los alumnos habían visto días atrás.
Sin desresponsabilizar a los medios de comunicación por sus contenidos, es necesario decir que las conclusiones no pueden ser lineales. Los discursos condenatorios hacia los medios como principales responsables de la violencia están siendo cuestionados en todo el mundo. En primer lugar, porque la condena a la televisión por la violencia de sus programas ignora a la sociedad en la que estas emisiones circulan. En segundo lugar, porque decir que los chicos que ven programas violentos son violentos es pensar en un receptor pasivo que absorbe lo que ve, lee y escucha tal cual fue emitido.
La violencia social, real, local e internacional que reflejan los noticieros generan en los chicos mucha más angustia que la que pueda transmitir una serie televisiva. Esto es porque cuando el receptor mira una serie sabe que se trata de una ficción, pero cuando se enfrenta a un noticiero o cuando lee un diario, sabe que se trata de imágenes reales. ¿Habría que prohibir a los chicos mirar noticieros o leer diarios y revistas? La solución no es la prohibición.
Los chicos de Carmen de Patagones vieron "Bowling for Columbine" en la escuela. Este hecho debería ser objeto de elogio. Nada mejor para los chicos que mirar la televisión, el cine o un diario en compañía de los adultos. Porque ésta es la mejor oportunidad que tienen de poner en palabras, debatir y explorar lo que sienten y, sobre todo, lo que no alcanzan a entender, con sus docentes, padres o hermanos mayores. Frente al uso solitario e individual de los medios que experimentan cada vez más los adolescentes, ver juntos es ciertamente la única respuesta. Mejor que prohibir ver es permitir pensar.
Más que preguntarnos qué hacen los medios con los chicos, la pregunta es qué hacen los chicos con los medios. Aquí, el papel de la escuela es fundamental.